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11 de febrero de 2009

politica

Haz lo que yo digo y no lo que yo hago es la primera lección de ciencias políticas, esto es como en cualquier otra profesión lo malo es que ellos determinan el camino que nosotros hemos de seguir.

Son un mundo aparte, rojos, azules, amarillos, para el caso da igual y aunque quien me conoce bien sabe que no comulgo con ciertas ideas y me decanto por el bien social, no quiero etiquetas, me cansa tener que justificar cada opinión o pensamiento y que ya se determine del color que eres por estar de acuerdo o en desacuerdo con unos o con otros.

Estamos a un paso del hastío si no lo hemos dado ya y en este punto nos olvidamos que somos individuales y aunque nuestro pensamiento pueda en algunos casos coincidir con un colectivo u otro no deja nunca de ser nuestro, quiero decir que pensamos por nosotros mismos y somos nosotros los que debemos determinar que creer y de que dudar.

Hemos dejado de mirar de frente y miramos desde abajo, se preocupan por nosotros o eso dicen pero no lo noto, no me llega el mensaje de unos o de otros, hoy vivimos en una sociedad de imagen y eso es lo que quieren conservar la imagen de apoyarnos, o la de ser duros o permisivos, en definitiva una imagen.

En una empresa privada si alguien la caga se le da una patada en el culo, bien porque te has revelado contra el que tienes enfrente o bien porque no lo has hecho, si tomas una decisión que afecta a la compañía y esta fracasa, no hay vuelta atrás no es valido pedir perdón y decir que te has equivocado, como mínimo se te sanciona esto en el mejor de los casos.

En la política no ocurre esto y creo que es el principal motivo para no creerles o que nos cueste en definitiva creerles.

Con esto no quiero decir que no me interese la política todo lo contrario, creo que todos somos políticos, nos guste o no.

No solo es votar cada cuatro años, sino ver que ocurre durante ese tiempo para volver a valorar que es lo mejor para nosotros, somos libres de escoger pero la elección conlleva un porcentaje de error y en política tienes la incertidumbre constante de si te estarás equivocando. Los políticos no son distintos en este sentido, atención! Se equivocan, pero no lo reconocen, ni asumen sus errores y con este ejemplo.. que esperamos de la sociedad?

3 comentarios:

  1. Pues mira, Depaz, yo soy una de esas personas que en la mayoría de las ocasiones se dejan llevar por ese hastío que tú comentas...
    Nunca me ha llamado la atención el mundo de la política, aunque reconozco que cuando veo que las cosas se hacen mal, me enervo, pero no soy capaz de implicarme muy actívamente para que las cosas cambien, salvo cuando llega la hora del voto, que soy castigadora sin miramientos idealistas y no me importan los cambios razonables...
    Ahora, tampoco soy "chaquetera", antes muerta que "peperiana"...jajajaja!.

    Por cierto, al haberme descubierto tu blog "la has cagado", soy la típica comentarista pelma, en eso sí me dejo llevar por mis reconocidas compulsiones, aunque no hago mal a nadie...
    Un besiño.

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  2. De pelma nada, Berni, como mucho diremos "activa"..
    Aun manteniendonos fieles a unos principios, los cambios son necesarios, cuando no se cambia todo huele a naftalina.
    Aunque no nos cambiemos la "chaqueta" peperiana nunca XD.. que te parece si le damos la vuelta a esta y la vemos desde otro lado?
    Gracias wappa!

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  3. Ostras, es que todo lo peperiano me produce un prurito por todo el cuerpo muy desagradable.
    Prefiero evitarlo... :)

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