A estas horas intespestivas no puedo dormir, no sé si ha sido la siesta de tres horas la culpable, pero tiene todas las papeletas.
Este fin de semana largo en Madrid,esta siendo amable conmigo, está alineando los planetas y todos me sonríen, no me alumbran los astros, porque tengo la extraña costumbre de esconderme tras los rayos del sol, pero amables son sin duda.
Hemos visitado el proyecto de casa-bunker en la que vamos a vivir y estoy bastante esperanzada, la cosa marcha. Me imagino viviendo allí con María y sabiendo que mi vida seguirá igual pero distinta.
La cosa como digo marcha, pocos desperfectos aunque son importantes si no los solucionan, en mi cabeza ya lo tengo todo colocado listo para vivir, en la practica tendremos que ir despacio, poco a poco, que no hay dinero para tanto gasto y hay que priorizar.
Es una casa diseñada para no serlo, me encanta ese concepto, esa forma distinta de vida, una casa para "bichos raros" y de como nos habituaremos a formar un nuevo hogar en un lugar que no está pensado para ello.
El periódico de los domingos llegará como siempre y en el pequeño patio (que no jardín)comenzaré a leerlo y lo terminaré bien entrada la noche en mi habitación nueva esperando el lunes de batalla,comienzo de semana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario