Con camiseta de Flash Gordon, falda plisada marrón, calcetín calado y cangrejeras me paraba frente al televisor mientras mi madre cepillaba mis coletas, con tal ímpetu que pensaba:
Algún día cuando se me separe la cabeza del cuerpo, te arrepentirás!
Los tigres y leones con Torrebruno, nos despertaban por la mañana con el Sabadaba y un día por fin llego a nuestras vidas verano Azul.
Los parka herencia de mis hermanos, los complementos de Don Algodón (que no tiene nada que ver con el Ten con Bioalcohol)
Las top models de los 90, los plumas, los levi´s tobilleros (para quien tuviera pasta) y las Victoria (en su defecto unas tórtolas)
Whitney, Aretha y aquella obsesión por el soul, R&B y Percy Sledge y después el Funky !!
Nirvana y la generación X, reality bites, Bob Marley y la época grunge con Pearl Jam y Eddy Vedder, unas Jon Smith (no el de Pocahontas) y las camisetas imitación de las de Canden con aires punk
Y así he ido llegando aquí, a este mes de los 34 donde nada ha cambiado, me miro el ombligo y sigue en el mismo lugar.
Tampoco he cambiado tanto!
Las esquinas en las ciudades son uniones de calles, sitios desde los que esperar o que te esperen, lugares para encontrarte con el otro.
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